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El dramaturgo y actor Antonio Campos da vida a las novelas ejemplares escritas por Cervantes, recuperando los clásicos cervantinos, metiéndose
en la piel de un juglar, un contador de historias, un declamador que va por España de plaza en plaza junto al músico Carlos Beceiro, -fundador
y componente del mítico grupo de música folk ibérico La Musgaña-, con dirección de Lluís Elías y producción de Albacity Corporation.
El director Peter Brook dejó escrito una de las máximas sentencias aplicable al arte escénico: “Puedo tomar cualquier espacio vacío y llamarlo un escenario desnudo. Un hombre camina por este espacio vacío mientras otro le observa (público), y esto es todo lo que se necesita para realizar
un acto teatral”.
El actor Antonio Campos convierte ese espacio vacío en un acto teatral, valiéndose de una cámara oscura y atrezzo sobrio, música acertada para la ocasión y oportunos entresacados textos de las tres novelas cervantinas que se representan -El licenciado Vidriera, Rinconete y Cortadillo y La Gitanilla-, para fundirse en un todo donde gesto y palabra llenan ese vacío que conexiona tanto la retórica del buen decir del Siglo de Oro con argot y guiños al lenguaje actual y a la deconstrucción textual.
En definitiva no solo como escribió Cervantes que la intención de estas novelas era para encontrar momentos de distracción y entretenimiento, sino que también se ve reflejada la sombra del Quijote en esta genial representación que abandera la libertad como consigna, pues como dejó escrito Cervantes A ESTO SE APLICÓ MI INGENIO.