Queremos que saibas que respectamos a túa privacidade. Se desexas saber como recopilamos, utilizamos e compartimos os teus datos persoais, podes ler a nosa política de cookies aquí para coñecer as nosas prácticas de privacidade.
Os datos poden utilizarse de varias maneiras. Pero o obxectivo principal é obter información sobre o uso da web por parte dos clientes, como o número de visitas e a orixe do tráfico. Neste caso, poderíamos utilizar Google Analytics, Google Tag Manager e Meta Pixel Ads u outros.
Para prestar servizos esenciais, como tramitar solicitudes de produtos e servizos, xestionar pagamentos, ofrecer atención ao cliente, procesar pedidos e transaccións, confirmar información do usuario, manter a túa conta activa na nosa plataforma, facilitar a túa participación en áreas públicas do noso sitio, comunicarnos contigo, detectar e supervisar incidentes de seguridade, protexerte contra accións maliciosas ou ilegais e resolver erros que afecten á funcionalidade prevista.
Desde 16,00 € * Comisión non incluída
ComprarAlex O’Dogherty es IMBÉCIL. Mide mucho las palabras. Además, le afectan mucho. Las palabras.
Las buenas poco, las malas mucho.
¿Es o no es IMBÉCIL?
¿Por qué nos afectan tanto las palabras? Se pregunta Alex O’Dogherty en este divertido monólogo sobre el poder de las palabras.
Imbécil viene de “sin báculo” y significaba: frágil, débil y vulnerable. ¡Y él odia ser así!
Por eso, en este monólogo, se ha propuesto hablar sobre el poder de las palabras, o más concretamente, sobre el poder que tenemos los que las usamos.
Una palabra es sólo una reunión de letras, pero puede hacerte reír, llorar, sorprenderte, sonrojarte, enamorarte, enfadarte… Bueno, la palabra no, la persona que la utiliza.
Trataremos juntos de descubrir si podemos conseguir que dejen de afectarnos las palabras, o si estamos condenados de por vida a ser unos perfectos IMBÉCILES.
En este nuevo espectáculo habla de las palabras, palabritas y palabrotas. De lo que se dice con palabras y de lo que se dice sin ellas, de la capacidad de la gente para ofender y para ofenderse, y del derecho a ser y a hacer el IMBÉCIL, que también significa: Tonto, payaso, divertido… ¡Y a él le encanta ser así!